lunes, 31 de marzo de 2008


No termino de cansarme, tengo el cuerpo exausto de abrazar-(la)- a la nada, de mirar mis manos vacías, de inventarme mundos, como cual adolescente de labios rojos, de las mismas palabras, de los mismos dolores, estos brazos, cansados, blancos, sin fuerza ni para golpear la mesa y decir basta...

Al parecer, hoy, no ha sido un buen día...quizá mañana...


"En mi opinión, si ud quiere disfrutar el arcoiris, tendrá que soportar la lluvia"

palabras, silencios...


Se me ocurren miles de ideas que van rondándome, estoy desbastada de mi misma, el pegajoso silencio del dolor me oprime y me obliga a escribir lo que en realidad debiera gritar, no sé por donde empezar, he perdido la capacidad de razocinio, me he entragado a la aventura descarada del hacer, me he retirado al lado más obscuro de mi soledad, manteniendo contacto a medias, estoy progresivamente aburrida de mi misma. Me canso de hablar conmigo misma y de inventar nuevas formas, siendo que sólo hay una, la que nunca he tomado...

Este ir y venir de encuentros y desencuentros causales, esta rabia acumulada, que sólo encuentra su materia en el llanto, este llanto peregrino de bar en bar, de pecho en pecho, de cerveza en cerveza, de ti y ya de ninguna otra...

Este cuerpo cansado del flagelo de la indiferencia...

Esta canción que se repite una y otra y otra vez en mi cabeza (por no decir corazón)

Este silencio de suspiro, de aire acondicionado... de la nada.