miércoles, 2 de abril de 2008

música, música...




Transcribir puede realmente ser una lata, qué es lo que sucede cuando caemos en esos momentos de ociosidad?, nos entregamos a los tentáculos de la perversión misma del fin!!!, cansada, acalorada, pensando en echarme en la cama, pero la canción me da vueltas y vueltas, y todo parece igual...




y qué si bailo sola con mi sombra en la pared???!!!!!!, y qué si susurro tu nombre en el metro cuadrado de mi pieza, de esa, donde alguna vez reposo tu cuerpo, y qué si deseo entregarme al micrófono medio plateado mientras busco la canción, y me detengo en otra y en otra y así es como transcurre la tarde (y no como transcribo la investigación).




y qué si no puedo arrancarte sino es desapareciendo, y ese desaparecer es tan falso como decir que nos queremos menos, y qué si ya no puedo dormir sin tu nombre en mi plegaria...ah...y ahora... la misma canción (y un reggeaton-así se escribe?- que suena a lo lejos de mi casa) y que si bailo pensando que tu estarás ahí, cerca, mucho más cerca de lo que ambas imaginamos.

2 comentarios:

Isabel dijo...

transcribiendo subliminalmente canciones(dando vuelta el cassette)

...........

Unknown dijo...

Escribes lindo... de vez en cuando es bueno ponerle color a lo rutinario... y cambia en 360 la visión de las cosas.

Saludos!

Nos vemos en la prox. reu.